Aprender a gestionar las emociones es una tarea que nos planteamos padres y profesores en muchos momentos.
"Corazones y no solo cabezas en la escuela" era el lema de una corriente pedagógica que defendía la importancia, no sólo de la trasmisión de conceptos, sino también y, fundamentalmente, de aprender a sentir y canalizar nuestras emociones.
He encontrado, -buscando otro recurso, por cierto, el azar es no sólo imprevisible, sino estupendo- en el que, a través del juego (1 o varios jugadores) se van superando pruebas en un tablero de juego.
Cada prueba supone responder a una situación que plantean a los niños seres imaginarios que viven en un bosque.
Si os apetece probar el juego, solo tenéis que marcar sobre la imagen.
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